Gasolina (Guatemala, 2008) Dirigida por Julio Hernández Cordón


El cine guatemalteco ha entrado en una etapa de crecimiento  con un gran  número de producciones cada año, y pasa por un momento muy especial dentro de los principales festivales en el mundo, mismos circuitos que pusieron a Guatemala  en el panorama mundial  con el film El Silencio de Neto(1994,  Luis Argueta) que formó parte de la Selección Oficial del Festival de Sundance 1995, con un largo recorrido por todo el mundo cosechando muchos galardones, convirtiéndose en un clásico de la cinematografía guatemalteca. Una excelente película con un contexto histórico importante y un profundo estudio de la libertar. Dicha cinta la he visto hace dos días y espero hablarles de ella pronto. Hoy repasamos la ópera prima  un joven realizador con mucha creatividad y gran futuro.
Con  tres cortometrajes y dos documentales a sus espaldas, Gasolina es el primer largometraje de ficción de Julio Hernández Cordón, la cinta obtuvo tres premios en el Festival de Cine de San Sebastián 2007, en la sección Cine en Construcción: Premio de la Industria, Premio Casa de América y Premio CICAE. Este premio dotado de 10.000 euros fue para costear la finalización del proyecto.  El joven guatemalteco regresó en 2008 a San Sebastián  donde se alzó con el  premio "Horizontes" a la Mejor Película de la sección latinoamericana. En 2009 se llevó el Premio Especial del Jurado en el BAFICI.
La película nos cuenta la historia de Gerardo, Nano y Raymundo,  tres adolescentes que se dedican a robar gasolina para salir por las noches a dar vueltas sin rumbo en el auto de mamá, seguimos la amistad de adolescentes y el retrato de un país.

Una simple noche de amigos resulta ser un viaje bien estructurado donde la adrenalina y la indiferencia se la juegan para regalarnos una aventura hormonal inolvidable. El director hace que la gasolina sea el líquido para el engranaje entre las situaciones expuestas, un detalle que me gustó mucho.El lenguaje popular guatemalteco bien representado con sus diálogos, el “púchica vos” nos acompañará por todo el metraje. El desarrollo en general de la cinta fue algo improvisado según ha manifestado el director,  destacando su audacia para manejar de forma correcta a sus protagonistas, todos ellos actores no profesionales. Tanto así que el realizador comenta que  eran vecinos de su suegra.
Sale a relucir también la marcada diferencia de clases sociales, pero Gasolina va más allá de la violencia común que impera en Centroamérica, para llegar a otros estratos sociales donde se gesta otro tipo de crueldad, uno más discreto y que suele ser el más peligroso.  “Yo nunca volaría un avión del ejército de guate, dicen que los tornillos los pegan con goma, yo volaría pero Rusos porque los gringos son una mierda.” menciona uno de los jóvenes plasmando una completa desconfianza y  crítica directa al gobierno. Representaciones de autoridad-delincuencia, que en resumidas estamos burlándonos por completo de la Ley  y herramientas con las que cuenta el Estado. Los espacios donde se desarrollan las escenas están casi siempre solos, centrando la atención en estos jóvenes,  que al estilo de Alex y sus drugos (A Clockwork Orange), hacen de las suyas en un país tercermundista. La cinta está cargada  de humor y alguna situación absurda.

Inconformidad,  responsabilidad, amistad y las relaciones padres-hijos en la adolescencia. Un auto sirve de excusa para exponer en cada parada diferentes realidades de la sociedad guatemalteca, todas con olor a gasolina. Película recomendada. 

7/10

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