Palmarés y Resumen | Festival Internacional de Cine de Oruro 2018

RESUMEN| La 7º edición del Festival Internacional de Cine de Oruro ha llegado a su fin, he visto 9 de los 15 largometrajes que competían, de los 15 cortometrajes no he podido ver ninguno, es algo que se suele complicar en los festivales, pues hay que sacrificar algunas cosas, no solo son los horarios, sino también las sedes. 

En cuanto a la programación, por lo menos del 60% que pude ver, lo conformaron cintas regulares, interesantes y algunas pocas a destacar. Particularmente Medea (Costa Rica), Averno (Bolivia) y Nada queda sino nuestra ternura (Perú) fueron mis películas preferidas. El jurado del festival le ha otorgado 3 premios a Averno y ha coronado a Nada queda sino nuestra ternura como la Mejor Película Latinoamericana, ante lo cual deben imaginarse que me alegra. 

El festival prácticamente lo he vivido en una sola sede (Super Cine), aunque que la organización debería reconsiderarla, por desgracia las condiciones técnicas de la sala habilitada no eran las más optimas, por ejemplo, me hubiera gustado ver Madre Agua con todo el color y despliegue visual que proponía, digo que me hubiera gustado, pues prácticamente he tenido que imaginar que color tenía la película. Todo lo contrario, en la segunda sede (Multi Cines) que ha exhibido apenas 5 películas donde pude ver Averno y fue toda una experiencia, no solo por las condiciones físicas del lugar, sino también por las técnicas. 

La organización en la única sede a la que he asistido puede mejorar, he tenido que esperar todos los días por lo menos 40 minutos para que comenzara la función, el último día – quiero pensar que estaban brindando con singani - se olvidaron de la proyección de O Processo, después de 50 minutos, decidí irme. Son cosas que pasan en un festival pequeño o cualquier otro, es de entender, son algunas situaciones a mejorar, que esperemos puedan atenderse en futuras ediciones. 

Pese a todo, el Festival de Cine de Oruro es todo un oasis en el altiplano boliviano, ya la ciudad es por si sola atrayente y como mencioné en entradas anteriores, sin planearlo mi estadía por estos lados, coincidió con este festival al que deseo se fortalezca con los años y mejore su selección. 

Mi estadía en Bolivia se prolongará hasta diciembre, pero mi experiencia no sería la misma sin este festival, que se suma a la lista de razones para visitar la ciudad. ¡Hasta pronto Oruro!  
PALMARÉS| Festival Internacional de Cine de Oruro 2018

  • Diablo de Oro al Mejor largometraje boliviano: Algo Quema de Mauricio Ovando
  • Diablo de Oro al Mejor largometraje Latinoamericano: Nada queda sino nuestra ternura de Sébastien Jallade (Perú)
  • Mejor director: Marcos Loayza por Averno
  • Mejor actor: Alejandro Marañón por Averno
  • Mejor actriz: Valentina Villalpando por El Río
  • Premio Especial del Jurado: Averno
  • Premio del público: Cocaine Prision 
  • Mejor cortometraje boliviano: Somos canciones 
  • Mejor cortometraje internacional: Los dos cines de Yody Jersún (Argentina)
  • Mejor director: Sol(as) de Manuel Lacunza (Bolivia)
  • Premio público: Rosita (Ecuador)

Cobertura de CINEMA 2.0 en FICO 2018:

FICO 2018| Día 5. Pabellón 4

Jornada Final: Crónica de la quinta y última jornada de la 7° la edición del Festival Internacional de Cine de Oruro.

Hoy viernes ha sido mi último día, el festival se extiende hasta mañana con la proyección de dos películas. En mis planes estaba ver la brasileña O Processo (2018) que viene de competir en la Berlinale, en su lugar he podido ver nada más la argentina Pabellón 4. La organización del festival no se presentó a proyectar la brasileña, supongo – y quiero pensar- que ha sido un traslape de horarios, pues a la misma hora se estaba llevando a cabo la ceremonia de premiación. Una jornada con sabor amargo que otra cosa.

Pabellón 4 (Diego Gachassin, 2017) 
CATEGORÍA: Competencia Latinoamericana 
PAÍS: Argentina

Un escritor intenta enseñar filosofía y literatura a los presos de una cárcel de máxima seguridad en Buenos Aires, Argentina. La premisa atrae y en su desarrollo se expone un mundo conformado de personajes que -por momentos- generan empatía, sin embargo, el recorrido se vuelve un sedante que aflora el deseo de ver el reloj una o más veces, algo en su contra al pensar que su duración es de apenas setenta minutos con sensación de ser eternos. Seguro que habrá alguno que intente ver cierta humanización y contraponer la maldad con las segundas oportunidades, volviendo atrayente el experimento, pero difícilmente es de esas películas que se quieran repetir. Calificación: 4/10 

FICO 2018| Día 4. Averno

El inframundo boliviano: Crónica de la cuarta jornada de la 7° la edición del Festival Internacional de Cine de Oruro.

Este día se ha presentado Algo Quema (2018), un documental que viene de ganar en el BAFICI y que tenía muchas ganas de ver, por desgracia las sedes y horarios del festival hacen imposible este deseo. Bien entrada la noche me he dirigido a otra sede del festival (Super Cine), un lugar moderno, con mayor concurrencia, prensa y parte de los realizadores del plato fuerte del día: Averno, que viene de ganar el premio a Mejor película de la competencia latinoamericana en el BAFICI. Es la rareza del día y probablemente del festival.


AVERNO (Marcos Loayza, 2018) 
CATEGORÍA: Competencia Boliviana  
PAÍS: Bolivia
Si algo caracteriza a Bolivia –así lo percibo después de 42 días viviendo acá- es su riqueza cultural, es una amalgama de colores, creencias, vestuario, lenguas, comidas y bebidas. Averno reúne una parte de todo eso y desciende a los subterráneos nocturnos de la animada ciudad de La Paz. El decorado de la película es su punto más destacable, toda una experiencia visual que aporta necesariamente al diseño de un submundo místico que se hace imperceptible de día. Toda la propuesta es una excusa para exponer y transformar un cortejo de personajes, unos bien construidos y otros no, particularmente pecan en sus interpretaciones y quizás este sea el punto más débil de la película que a ratos interrumpe los ambientes creados y resta la consistencia de su narración. Y así, habrán reproches en algunos espacios narrativos, pero lo que no podremos negar es la desbordante creatividad y la grata experiencia que genera. Calificación: 7/10 

FICO 2018| Día 3. SinVivir / El Chata

Los demonios y las luchas internas: Crónica de la tercera jornada de la 7° edición del Festival Internacional de Cine de Oruro.

Este día se han presentado dos cintas de la Competencia Latinoamericana. Una del casi desconocido cine de Puerto Rico y otra de México, ambas propuestas sobre la necesidad de sobrevivir en mundos hostiles, una  jornada llena de intensiones pero regular en sus resultados, este es el tercer día de festival. 

SINVIVIR (Anaïs Pareto Onghena, 2017) 
CATEGORÍA: Competencia Latinoamericana 
PAÍS: México 
Intentar retratar la fragilidad de los seres humanos es una tarea difícil. Y si, retratar esa fragilidad no es el fuerte de Sinvivir. La propuesta es clara, pero su desarrollo se torna plano, sus protagonistas cumplen con la encarnación de sus personajes, los espacios en su conjunto también propician sentimientos claustrofóbicos que funcionan a ratos. El problema es que la angustia se traslada al espectador y uno quisiera salir ya, finalmente recurre a una vuelta de tuerca nada creíble, entre la comedia inverosímil y la marchitez de algunas buenas ideas. Calificación: 4/10


EL CHATA (Gustavo Ramos Perales, 2017) 
CATEGORÍA: Competencia Latinoamericana 
PAÍS: Puerto Rico 
Para completar la dupla del día, he visto esta película de Puerto Rico, con algunos interesantes resultados, principalmente en su apartado técnico y actoral, en su contra su previsible planteamiento y desarrollo, a pesar de que los viajes y encuentros, están bien dirigidos. De nuevo su previsibilidad se vuelca en su contra, a pesar de tener apenas 75 minutos de duración, todo se siente forzado e innecesariamente alargado. El hilo principal no daba para el metraje final. Calificación 4/10

FICO 2018| Día 2. Madre Agua/ Nada queda sino nuestra ternura/ Medea

El llamado de la Pachamama y los fragmentos de nuestro tiempo: Crónica de la segunda jornada de la 7° la edición del Festival Internacional de Cine de Oruro.


Después de la primera jornada – agridulce- se han presentado dos cintas en la Competencia Latinoamericana y una de la Sección Boliviana. Un día muy esperado pues en la programación figuraba la única función de la cinta costarricense Medea, que venía con buenas críticas tras un largo recorrido por festivales. Ha sido una jornada de mucho contraste y en gran medida de mas nivel que el día 1. 

MADRE AGUA (Bernard Marinovitch, 2018)
CATEGORÍA: Competencia Boliviana  
PAÍS: Bolivia
Este documental despertó mi interés porque de primera mano conozco – por lo menos del lado científico- el caso del Lago Poopó, el segundo cuerpo de agua más grande de Bolivia. Pero mi interés no radicaba en las explicaciones técnicas que podrían surgir, sino más bien en el planteamiento sugerido en su desarrollo. El documental sigue a un profesor de la natal Bolivia y que imparte clases de inglés en una comunidad, en su “investigación” para encontrar los motivos principales que han provocado que el segundo lago más grande de Bolivia, prácticamente haya desaparecido. El viaje en cuestión, es un recorrido místico por los parajes más ancestrales de esta hermosa nación, con un vertiginoso montaje, este quizás, es el punto más fuerte del filme. El documental hurga en las explicaciones ancestrales a los fenómenos modernos, el pasar de los años y los efectos a las comunidades originarias. Finalmente queda una vasta lista de puntos donde buscar, dejando de lado del espectador que tome sus propias conclusiones, un acierto de parte de la producción considerando la delgada línea que podría separarlo entre un documental de corte científico o político. Calificación: 6/10

NADA QUEDA SINO NUESTRA TERNURA (Sébastien Jallade, 2017) 
CATEGORÍA: Competencia Latinoamericana 
PAÍS: Perú
Documental que sigue varias historias de hombres, mujeres y niños que vivieron una de las épocas más oscuras del Perú, una por la guerra interna entre el grupo terrorista Sendero Luminoso y el estado. El desarrollo del filme es una canción dividida en varios segmentos, una melodía llena de recuerdos dolorosos es el hilo conductor de una carga que se hace pesada a medida se avanza al clímax. El documental se centra en las historias de las víctimas, para dar el golpe final con un personaje de lo más surrealista. El rostro de la gente y sus manos, las montañas y sus bondades, la tierra y el infierno que pueden desatar los humanos, mientras los caminos se estrechan y los puentes colapsan. Calificación: 6.5/10

MEDEA (Alexandra Latishev, 2017) 
CATEGORÍA: Competencia Latinoamericana 
PAÍS: Costa Rica
La única cinta centroamericana en competencia, es la reciente producción de Alexandra Latishev, el filme viene de un largo recorrido festivalero que ha incluido San Sebastián. A Latishev le interesan los personajes fuertes con dilemas fuertes, en su corto Irene (2014), retrataba de manera cruda, la crisis sexual de una madre soltera. En Medea, recurre nuevamente a un personaje femenino, uno fuerte. Su protagonista, es una mujer que discrepa de los cánones sociales, pero ella guarda un secreto, uno que conserva y que piensa mientras se ducha, mientras ve con recelo como el mundo a su alrededor parece no calzar con su visión de la vida. El personaje es encarnado por Liliana Biamonte quien sostiene a hombros y de manera formidable toda la cinta. La directora ha optado por filmar a su musa, de cerca, así cada gesto, cada movimiento intenta acercarnos a la solitaria vida de una mujer que decide tomar una áspera decisión. Se siente en el ambiente, algo ha cambiado, un torbellino de emociones en la melancólica vida de esta mujer finaliza con una toma larga y densa, mientras nuestra heroína se aleja y se pierde en el mundo común y la muchedumbre de una nación que tiene mucho por analizar.  Calificación: 7/10 

FICO 2018| Día 1. Los Vagos/ Días de Circo


Después de unos años ausente en el blog -enero de 2016 para ser exactos- retomo este espacio por una buena razón y es que me encuentro en la Ciudad de Oruro en el Estado Plurinacional de Bolivia y – sin planearlo – mi estadía por estos lados, coincide con un festival en la ciudad.

La 7° edición del Festival Internacional de Cine de Oruro ha arrancado el día lunes 5 de noviembre y se prolongará hasta el sábado 10 de noviembre, con tres secciones: Competencia Latinoamericana, Competencia Boliviana y Competencia Internacional de Cortometrajes. Con casi una veintena de largos y cortos, este festival viene a enriquecer el ambiente de una ciudad con una fuerza cultural inmensa, no en vano su Carnaval fue declarado en 2001 "Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad" por la UNESCO.

Largometrajes de Argentina, Bolivia, Perú, Puerto Rico, Uruguay, Brasil y una representante del cine centroamericano, la costarricense "Medea", de Alexandra Latishev, compiten por el Diablo de Oro, el principal premio del certamen.

El Festival tiene tres sedes, dos para los largometrajes y una para la Competencia Internacional de Cortometrajes -  de estos últimos no podré ver ninguno - y una cuarta para una proyección especial en la Estación del Ferrocarril de la ciudad.

Para este que escribe, la jornada ha comenzado entrada la noche, el frío en Oruro es inclemente, típico del altiplano -se supone que noviembre es el mes más cálido- para cualquier foráneo de clima tropical esto es la muerte, sumado a eso la ciudad se encuentra a 3735 metros sobre el nivel del mar, el resto se cuenta solo.

Por edificios antiguos del centro de la ciudad y escuchando a la gente hablar del evento del día anterior – se ha realizado una especie de ensayo previo al carnaval del 2019, así de preparados son los orureños-  me he acercado a una de las sedes y así daba inicio la primera jornada del Festival, una jornada con cine de Argentina y Bolivia.

La rebeldía de la juventud y los nómadas sin libertad: Crónica de la primera jornada de la 7° edición del Festival Internacional de Cine de Oruro.


LOS VAGOS (Gustavo Biazzi, 2017) 
CATEGORÍA: Competencia Latinoamericana
PAÍS: Argentina

La ópera prima del argentino Biazzi, - director de fotografía de El Estudiante y La Patota de Santiago Mitre-  compitió en 2017 en Rotterdam y Mar del Plata. Biazzi sigue a Ernesto, el protagonista de la cinta y sus amigos, en una aparente fiesta hormonal interminable. La cinta intenta retratar la rebeldía y deseo juvenil de seducir el mundo entero, sin embargo, el despegue a lo alto nunca llega, las intenciones de introducir momentos de nostalgia y de contraponer las acciones y las consecuencias, se vuelve una tarea difícil con una flota de actores desdibujados en un mundo predecible y complaciente. Los personajes y su construcción no terminan de conectar y finalmente el sentimiento de indiferencia por su historia aumenta a medida avanza el metraje, cuando en una salida fácil se integran elementos temporales y se intenta – forzadamente- arrancar una sonrisa cerrando con el título del filme en una escena sin alma.  Calificación: 3/10


DÍAS DE CIRCO (Ariel Soto, 2018)
CATEGORÍA: Competencia Boliviana  
PAÍS: Bolivia

Un letrero indica que comienza el día 1, en ese momento entendemos que en los 67 minutos que dura el documental, veremos una secuencia cronológica. Lo que sigue, es un recorrido entrañable que desgrana los sueños de un grupo de personajes que ha decidido dejar atrás sus familias y sus vidas, para construir una forma de subsistencia que encarna la locura y los sueños de una especie de comuna presa de sus mismas pasiones y temores. Una tribu nómada que carga con el peso de su pasado e intenta escalar a lo alto, entre piruetas y números musicales, entre afiches de funciones llenas de desesperanza y un lugar donde reír es vivir para muchos, aunque una sonrisa se desdibuje entre la palidez de un futuro que no parece llegar. Así retrata Ariel Soto, estos sueños quebrados por las luchas diarias de un grupo de personajes que intentan construir su futuro en un tercer o cuarto mundo. Calificación: 6/10