Palmarès
2011: Festival de Cannes: Semana de la crítica: Mención especial2011: Festival de Adelaide: Premio de la Audiencia
2011: Festival de San Sebastián: Sección Zabaltegi
2011: Festival de Toronto: Selección Oficial
“Es una maldita tradición
australiana”
Estamos en la
Ciudad de Snowtown, Australia, 145 km al norte de Adelaide. En mayo de 1999, la
policía encontró ocho cuerpos en seis barriles de ácido ubicados en un antiguo
edificio de un banco. A unos 150 kilómetros
al norte de Adelaide se encontraron otros cuatro cadáveres, dos enterrados uno
encima del otro en el jardín trasero de una casa. Esta es la historia del peor asesino
serial de Australia, John Bunting fue
encontrado culpable de 12 asesinatos, condenado a cadena perpetua. Entre las víctimas
se encuentran amigos, esposas, vecinos, obesos, homosexuales y pedófilos.
Una historia de
abusos en una familia con un record de disfuncionalidad elevado, parece que ha
encontrado un “salvador” una persona carismática que a primera vista es el tan
esperado padre ideal para dirigir y
cuidar de una familia al borde del abismo. El resultado es totalmente
diferente, la familia está tratando con el mismísimo demonio. Es así como John
Bunting entra en la vida de Elizabeth,
su familia, desarrollando una abusiva y
perversa relación con su hijo Jamie quien no tendrá escapatoria
que seguir al maestro.
La película comienza
dando golpes en sus primeros minutos, pero no es nada comparado con lo que nos
espera en el resto del metraje. La violencia y la irracionalidad se apoderan de
los planos, es un relato sombrío, inquietante. Debo decir que no leí mucho de
la sinopsis(es algo que trato de no hacer
por ahora), pero luego de comenzar a ver el film y de pronunciar unos
cuentos WTF.? Me he dispuesto a leerla, resulta que está basada en hechos
reales, yo estaba helado, la gente está loca.
La actuación de Daniel
Henshall es excelente, él se encarga llevarnos por ese camino de odio, lleno de
sentimientos destructivos donde matar se convierte en algo cotidiano y natural.
El elenco en general es muy bueno, hay un par de planos excelentes y grotescos.
Un film con el
claro objetivo de perturbar, aquí no hay momento para respirar. El soundtrack
es excelente y aporta ese ambiente de tensión palpitante necesaria,
momentos repugnantes y una atmosfera angustiante. Una película donde los
prejuicios pueden más que la tolerancia. Una gran opera prima, donde la
realidad supera la ficción.
8/10
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