“Esta es la casa de Dios, prohibido a cualquiera de diferente religión.” Señala un pequeño rotulo a la entrada del convento y podemos deducir que estamos en territorios donde la devoción es muy fuerte, casi como lo fue hace siglos. Mungiu vuelve a regalarnos una de esas cintas sin apartado musical y donde resulta dolorosamente creíble y donde su gran atractivo reside en el retrato del contexto religioso.
La reseña completa en la web EL ANTEPENÚLTIMO MOHICANO
Ya la veo pronto, le tengo muchas ganas desde Cannes. Muy buena recomendación. Un abrazo.
Muy recomendada Mario, comentas que te pareció.
Un abrazo.